martes, 26 de enero de 2010

Pan para hoy... no habrá hambre mañana

Hola:

Hoy voy vamos a ver como hacer un pan rico, sano y 100% natural. Lo fundamental para hacer pan es tener paciencia, por lo que recomiendo que lo prepareis una mañana de domingo, de esas en que uno no tiene plan para salir de casa.


Los ingredientes son:
Harina de fuerza (de trigo). (50 grms)
Harina de trigo. (200 grms)
Salvado de trigo. (15 grms)
Salvado de avena. (10 grms.)
Harina de trigo sarraceno. (250 grms)
Levadura prensada. (25 grms)
Aceite de oliva. (2 cucharadas soperas)
Pasas. (25-50 gramos)
Sal y azucar. (1 cucharada sopera rasa cada una)


La mezcla de las harinas y el salvado son 500 gramos. Según el gusto puede variar. Las proporciones normales son 1/3 harina de fuerza
2/3 harina integral. Los salvados deben representar entre un 5-10% sobre el peso total. Si comprais la harina integral, pues entonces no es necesario añadir salvado, of course. La harina de trigo sarraceno es una harina especial integral, con gran contenido de minerales. Es un capricho que nos gusta permitirnos.


Una vez tenemos preparados los ingredientes comenzamos la preparación.
Debemos preparar la levadura y para ello calentamos un vaso de agua a 35-40º, le añadimos azucar y la disolvemos. Incorporamos al agua la levadura prensada, en trocitos. Removemos con una cuchara. Todos los hongos (y las levaduras lo son) necesitan calor, humedad y alimento para prosperar. La cucharada de azucar es un buen método para hacerlas despertar y ponerlas rápidamente a funcionar.


Mientras la levadura se activa, mezclamos en un bol todos los ingredientes, como vemos en la foto. La mezcla de harinas, las pasas, todos los ingredientes secos. Por último, añadimos la sal y el aceite de oliva.

Una vez activada la levadura, hacemos un hoyo en el centro del bol y la añadimos. Removemos con una cuchara de madera, y poco a poco se mezcla el agua con la harina, quedando un formato desmigado de bolas de harina poco consistente.

Habremos preparado una superficie para el amasado, mediante la limpieza escrupulosa de la zona, y posterior espolvoreo de harina por la superficie. En esa zona, trabajaremos la amalgama del bol, que rápidamente cogerá consistencia de bola.

Es necesario trabajar durante unos diez minutos la masa, para permitir el aireado, esponjosidad y mezcla perfecta de todos los ingredientes. Asimismo, el amasado es fundamental para activar las propiedades del gluten de la harina y que pueda ser utilizado por las levaduras para levar la masa.


Durante el amasado, es necesario incorporarle agua poco a poco. El método más adecuado es mojarse las manos cuando la masa la notemos "seca", y seguir amasando. Inmediatamente la masa se pondrá pegajosa, pero el continuo amasado la volverá otra vez seca, admitiendo más agua. De vez en cuando, espolvorear la mesa con harina si la masa se pega a la superficie.


Nuestra masa tendrá un aspecto final como éste. No tiene mala pinta, y si se presiona levemente la superficie, tiende a recuperarse.


La masa es esponjosa y aireada, se nota la acción de las levaduras. ¡Prácticamente crece a ojos vista!

Ahora le toca levar hasta doblar su volumen. Recordamos que las masas de tipo pan llevan dos levados y que estas masas no crecen en el horno por lo que es muy importante respetar el crecimiento de la masa.
Una de las cosas que debemos evitar es ser impacientes. Debemos tener en cuenta que, las levaduras, son más activas en función del calor. En verano, una masa tarda en doblar entre 20 y 40 minutos, según el calor y la humedad relativa. Sin embargo, en invierno nos pueden dar dos horas y no haber prácticamente aumentado.

Existen unos hornos de levar, que se usan para permitir la rápida subida de las masas de tipo panificadora. No son rentables para un hogar normal y además existen trucos. La masa debe ser cubierta por un paño humedecido, pero que no presione masa así la mantenemos caliente y humedecida. En invierno, la meto en el horno apagado, e introduzco un vaso de agua hirviendo. Al ser un medio cerrado, y el calor y la humedad que irradia el vaso ayuda a la masa a crecer. En casos desesperados, se puede poner el horno al mínimo. ¡OJO! No puede subir la temperatura de 50 grados porque mataríamos las levaduras. En ese caso, y para mejor control se debería dejar entreabierta la puerta del horno.


Hora y media después, aquí tengo la masa que ha duplicado su volumen, como hemos comentado.


Al tacto está esponjosa, bastante esponjosa.

Mucha gente hornea el pan a la primera. Es preferible darle un segundo amasado y levado, porque el pan queda más consistente y mejor. Además, en el segundo amasado la masa se comporta mejor y podemos darle el formato que nos parezca más adecuado.



Después del segundo amasado, hemos finalizado el amasado dándole un formato de barra.


Cuando tenemos la longitud deseada, le hacemos unos cortes longitudinales (permite una mejor expansión de la masa), y la ponemos en la bandeja de hornear.


Ahora hay que dejarla levar de nuevo, cubierta con un paño la masa y utilizando alguno de los métodos anteriormente expuestos.

Este es nuestro resultado, unos 40 minutos después.


La barra está lista para ser horneada.


Ponemos el horno a 200 grados, y cuando haya llegado a esa temperatura y utilizando el grill doramos rápidamente el pan, en unos cinco minutos.

Después de dorada la superficie, bajamos el horno a 180 grados, y dejamos por unos 35 minutos de tiempo a que se haga el interior. Recordemos que el pan no crece en el horno, con el tamaño que entra va a salir.

El pan estará listo entre 30 - 40 minutos de horno. Se puede pinchar para comprobar si está cocinado el interior, pero el metodo tradicional es darle unos toques al pan. ¡Toc, toc! si suena es que probablemente esté perfecto.


Al pan hay que dejarlo descansar, no se debe consumir recién salido del horno, porque aún está transformando hasta que se enfrie un poco. Conviene dejarlo enfriar en una rejilla, porque a veces se pega a la bandeja, reteniendo humedad por debajo.

¡¡Lo que más gusta es el estupendo olor a panadería que hay por la casa!!



Bueno, que disfruteis con vuestros panes.

Un saludo para todos,
Floren

3 comentarios:

  1. A ver si me guardais un cacho de pan...
    jorge

    ResponderEliminar
  2. Hola Jorge:

    Mejor te hago uno para que lo disfruteis en casa, que lo tengo pendiente. Pero lo haré más rico, que para mi gusto la harina blé noir (trigo sarraceno) para hacer pan no queda bien. A Beatriz le gusta más.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. ¡¡QUE RICOOOO!! hummm me dan ganas de hacer uno ¡¡maldita levaduraaa!!

    Muacks!!

    ResponderEliminar