miércoles, 14 de julio de 2010

Falafel, otra forma de comer garbanzos

Hola cocinillas:

Una forma exótica de comer garbanzos es el Falafel, un plato turco que consiste en una masa frita, normalmente una croqueta. Es una receta especiada y aromática, muy del gusto de paises árabes y asiáticos.

Mi variación personal de este plato es bastante especiada y con carácter. Lógicamente, se puede adaptar al gusto de cada cual especiando más o menos, o cambiando el tipo de especias. Hay que tener en cuenta que el comino es básico en la receta.

Recomiendo hacer forma de hamburguesa en lugar de hacer croquetas, al objeto de emplear poco aceite y que salgan poco grasientas.

Por último, decir que es un plato vegetariano con bastante sabor. Se acompaña normalmente de ensalada. En mi receta yo propongo una salsa agria de yogur.



INGREDIENTES:

200 gramos de garbanzos secos
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
un poco de perejil
1 cucharadita de comino en polvo
1 cucharadita de pimienton
1 cucharadita de pimienta negra
unos granos de cilantro
harina
sal, agua y aceite de oliva



Primeramente hay que dejar en agua los garbanzos durante 24 horas. Los garbanzos doblaran de peso y tamaño.

Al término del remojo, hay que quitar las pieles a los garbanzos. Para ello, el mejor método es aplastar el garbanzo y así saldrá facil la piel.

Cuando estén pelados, se pica la cebolla, el ajo y el perejil lo más finamente posible. Se añaden a los garbanzos y todo ello hay que triturarlo. Con la batidora se puede triturar, hasta que quede una masa relativamente húmeda. Se puede añadir un poco de agua para conseguir el resultado adecuado.

Una vez obtenida la masa, se añaden las especias y la sal, y se mezclan bien. Ya todo mezclado, lo ponemos en reposo en la nevera por una media hora o así. Hasta este momento el tiempo de elaboración ha sido de unos quince minutos.



Después del repaso, cogemos la masa en cantidades adecuadas, y la pasamos por harina.

Lo adecuado sería harina de garbanzo, pero igualmente valdrá harina normal.

Hacemos hamburguesas de un dedo de grosor, que se hacen más facil y así empleamos menos aceite.








Se ponen en la sartén los falafel, y se van haciendo a temperatura media y sin mucho aceite para que se queden grasientos.

Cuando esten dorados se les da la vuelta y se hacen por el otro lado.









Bueno, aquí tenemos el resultado. Yo le he añadido unas semillitas de sésamo.

Han quedado riquísimas.

Para acompañar he preparado una salsa agria de yogur: medio yogur, una cucharadita de zumo de limón, unas hojas de hierbabuena finamente picadas y sal.

Como siempre, espero que os guste:
¡A disfrutar!

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